El reto de compaginar familia y profesión

Trabajar, ser padres y pareja al mismo tiempo. ¡Cuántos retos! Además, también hay que gestionar las tareas del hogar y el día a día familiar. Te ofrecemos sugerencias y posibles formas de encontrar apoyo, además de consejos para la vida cotidiana trabajando con hijos y formas de reintegrarse paulatinamente en la vida profesional.

Si ya has vuelto a la vida profesional está claro que no siempre te resultará fácil dejar a tu hijo al cuidado de otras personas. Pero mientras trabajas debes estar completamente presente y confiar en que el pequeño está bien. Siempre puedes decir que te llamen si se produce una emergencia. Pero cuando estés trabajando debes poder centrarte completamente en lo que haces sin preocuparte por tu hijo. Es todo un reto trabajar concentrada toda la jornada y por la noche terminar el día en armonía familiar. Quizá estés cansada o simplemente irritable porque has tenido una jornada muy estresante. O los niños han vivido muchas experiencias nuevas y no consiguen tranquilizarse del todo. En esos casos es mejor no pretender hacer muchas cosas después del trabajo. Si recoges a tus hijos es preferible optar por una actividad relajante en lugar de ir al supermercado a hacer la compra. Dedica tiempo a tus hijos de forma consciente. Te ofrecemos algunos consejos para conciliar la vida familiar y profesional:

• No vayas a recoger a tus hijos estresada después del trabajo
• Tómate por lo menos cinco minutos de pausa: respira hondo al aire libre o toma una taza de té, eso puede ayudarte a cambiar de actitud interior
• No te propongas hacer muchas cosas después del trabajo, en lugar de eso opta por un plan relajado para terminar el día
• Sé comprensiva cuando los niños estén quejicosos después de haber pasado el día al cuidado de otras personas

La vida profesional plantea muchas exigencias. Pero la vida familiar, ocupándose de los hijos y de las tareas del hogar, también es muy exigente. Ten consideración contigo misma y busca apoyo siempre que puedas. Por ejemplo, puedes dejar a los niños con la abuela, el abuelo o una canguro para pasar una mañana de sábado con tu pareja. Pero también hay otras formas de apoyo: amigos que te sacan de vez en cuando de la rutina cotidiana, llamar a una asistenta que te ayude a planchar o a hacer las tareas de casa, pedir que te lleven la compra a casa... Analiza bien qué cosas pueden simplificarte la vida y son beneficiosas para ti y busca vías concretas para liberarte de cargas dentro de tus posibilidades. Tampoco tengas reparo en pedir la colaboración de tu pareja o de tus amigos, ya sea para disponer de algún rato libre, recibir apoyo en las tareas del hogar o planificar actividades agradables en compañía. Así te sentirás más satisfecha con tu vida familiar.

Si en estos momentos estás reintegrándote en la vida laboral puede servirte de ayuda organizar una fase de adaptación paulatina: da tiempo a tu hijo para que se acostumbre a la guardería o al cuidado de otras personas. Eso significa probar previamente a dejarlo sólo unas horas en compañía de otros o quedarte al principio un rato con él. Después irás ausentándote durante lapsos de tiempo cada vez más largos. Para tu hijo la guardería también significa el comienzo de una nueva etapa. Allí encontrará muchos compañeros de juego nuevos y por vez primera pasará muchas horas sin tu compañía. También puede resultarle agobiante no tenerte cerca como persona de referencia cuando está viviendo tantas experiencias nuevas.