¿Perezosa o deportista?

Muchas embarazadas sienten tirones o dolores de espalda. A medida que crece la tripa, cambia la distribución del peso, existe una tendencia a marcar la curvatura de la espalda y se sobrecargan los ligamentos, además también influye el aumento de peso del pecho.

Comprueba si sigue siendo adecuada la talla de tus sujetadores. Utilizar la talla exacta aporta muchas ventajas: los tirantes acolchados y anchos reparten el peso sobre una superficie mayor. Lo mejor para la espalda es alternar los momentos en que estás de pie y los momentos en que descansas estando sentada o tumbada, así podrás descansar los ligamentos, articulaciones y músculos después de un tiempo de actividad o estar de pie.

En principio no existe ninguna restricción por lo que respecta a la actividad física que pueden realizar las embarazadas. Tú eres quien mejor sabe dónde están tus límites y no debes sobrepasarlos nunca. Ahora bien, es preferible que evites los deportes de riesgo, de alto rendimiento y de lucha o las modalidades deportivas con mayor riesgo de sufrir accidentes como la equitación o los descensos de esquí. Además, al practicar cualquier deporte debes procurar reservar fuerzas para ti y para tu bebé. La natación, el ciclismo y el senderismo son actividades que puedes practicar cuanto quieras, siempre que no exista ninguna contraindicación. Eso sí, debes tomarte tiempo suficiente para la fase de recuperación posterior. Por ejemplo, puedes darte un masaje, relajarte con un baño aromático o simplemente descansar en tu sillón favorito y dejar volar los pensamientos...

Tip:

“Cada niño tiene su propio carácter y su propio temperamento. Es bueno que pienses en lo que te traerá el futuro, pero sólo sabrás cómo es realmente cuando llegue el bebé. ¡Ábrete a lo inesperado!”

Charo Martín,
matrona de WELEDA y madre de tres hijos