La vida cotidiana con el bebé no debe hacerte olvidar que tú también eres importante y tienes tus propias necesidades. Detente de vez en cuando y analiza de forma consciente cómo te sientes. Por supuesto, “puedes” sentirte cansada e incluso agotada. Y eso es motivo para hacer algo bueno para ti: procura disfrutar de breves momentos de pausa. Relájate tranquilamente en la bañera mientras tu pareja u otra persona de referencia se encarga el bebé. Todo lo que te sienta bien a ti le sienta bien a tu familia. Porque al fin y al cabo es necesario que todos los miembros de la familia se sientan a gusto. Por eso cuidar de ti misma es un requisito importante. Aquí tienes algunos consejos:
- Evita el agotamiento parental saliendo de vez en cuando de la vida cotidiana del bebé
- Para ello haz breves pausas conscientes y busca una baby-sitter o alguien que pueda cuidar de tu bebé
- Anota una fecha en tu agenda para desarrollar tus aficiones, hacer deporte, dedicarte tiempo a ti misma o para estar con tus amigos
- Apoyaos mutuamente como padres para lograr esos momentos de calma
- Planea regularmente breves pausas para ti misma y también para estar con tu pareja
Tu hijo ya se puede quedar al cuidado de otras personas cariñosas durante un par de horas y se alegra cuando vuelves relajada a su lado. Sea lo que sea lo que te hace sentir bien, piensa cuál es la mejor forma de conseguirlo en cada momento. Generalmente se puede hacer mucho más de lo que uno piensa. No de forma espontánea, pero una buena planificación permite hacer realidad muchas cosas.