madre e hijo
embarazo

Una pequeña criatura que despierta un gran amor

Semana 40 de embarazo

Has llevado a tu hijo en la tripa durante mucho tiempo. Pronto llegará el momento de tenerlo en tus brazos. ¿Qué sentirás entonces?  

Amorosamente resguardado en tu tripa

Has preparado todo cuidadosamente para recibir a tu hijo. Tu pequeño huésped está resguardado en su estrecha morada y acompaña todos tus movimientos físicos y anímicos. Quizá sientas que ansía ya salir a la luz del mundo, abandonar ese angosto cobijo y descubrir su propio ritmo vital. Cuando nazca tu bebé será una pequeña criatura con una personalidad enteramente individual.

¿El amor llega de inmediato?

No esperes que la alegría de ser madre surja como accionada por un botón. Muchas madres tienen sentimientos de culpa porque no sienten amor materno nada más dar a luz. El amor no es simplemente un sentimiento sino la capacidad de asumir responsabilidades y de ocuparte de tu hijo de forma segura y cálida, con mucho tacto y sensibilidad. Así que ¡tómate tu tiempo!

Una criatura celestial

Se dice a menudo: “¡este niño ha venido del cielo!” Y eso es algo que tú misma puedes experimentar si en medio del apasionante y ajetreado día a día de la maternidad te tomas un par de minutos para contemplar a tu recién nacido. Tendrás la impresión de que viene de muy lejos y de que su alma necesita todavía un poco más de tiempo para llegar del todo a la tierra. Su rostro irradia un delicado encanto... como un soplo celestial. ¡Dejarse conmover por ello es un auténtico regalo!

“Déjate conmover y fascinar por tu pequeño bebé. Ha venido al mundo con un carácter enteramente propio. El vínculo y el amor recíproco crecerá con el tiempo en un ambiente de plena confianza mutua”.