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¿Qué precio tiene nuestro deseo a movilidad?

Pasamos cada vez más horas en atascos de tráfico. Las consecuencias: Estrés, enfermedades psíquicas y molestias orgánicas.

Nuestro deseo a movilidad tiene un precio alto. Pasamos cada vez más horas en atascos de tráfico. Las consecuencias: Estrés, trastornos mentales y molestias físicas.  

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Tiempo vital en atascos

Bogotá, Moscú o Mumbai: en todo el mundo, las grandes ciudades “compiten” por el primer lugar en la lista de las metrópolis más congestionadas. En la capital colombiana, los automovilistas pierden actualmente un total de 272 horas en atascos, el equivalente a once días al año. En Roma, Dublín y París, los automovilistas pasan unos diez días al año atascados, en Moscú casi nueve días.

El doble de vehículos que hace 20 años

La congestión del tráfico se ha convertido desde hace tiempo en una realidad cotidiana. Cuando en 1996, había un total de 670 millones de vehículos en las carreteras, veinte años después, estamos hablando de 1.320 millones en todo el mundo. El mayor número de vehículos por persona se encuentra en Finlandia. Hay 1.07 autos registrados per cápita. En cuarto lugar está Estados Unidos.

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Las calles de Asia también están bloqueadas

En la poblada China, donde viven alrededor de 1.300 millones de personas, ya hay más de 300 millones de vehículos registrados. El equivalente a toda la población de los Estados Unidos.

Como curiosidad: El atasco en la China National Highway 110 de 2010 es tan legendario que obtuvo su propia entrada en Wikipedia. O el caos de tráfico entre Beijing y el Tíbet ralentizó en agosto de 2010 a miles de vehículos durante más de 100 kilómetros y duró dos semanas. Aún así, los 176 kilómetros de atascos de tráfico registrados en 1980 entre las dos ciudades francesas de Lyon y París todavía se consideran un récord.

El estrés que se vive en los atascos ataca el corazón

Los llamados Stop-and-Gos no sólo se cobran un tiempo vital de nuestras vidas, también ponen en peligro nuestra salud física y mental. Y no sólo los accidentes. Un equipo de médicos alemanes descubrió que los ataques cardíacos eran particularmente frecuentes en pacientes que habían estado atrapados justo antes en un atasco, ya fuera en su propio automóvil o en transporte público. Como causas, naturalmente el estrés, pero también la contaminación del aire, especialmente a través del polvo fino. Debido a la concentración de partículas, los automóviles atascados o parados en un semáforo rojo son hasta un 40% más contaminantes que los automóviles en movimiento.

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Factores que más estrés causan

Según la Sociedad Británica de Fisiología, el retraso en los desplazamientos ocupa ya el 12º lugar, por delante de la amenaza del terrorismo y la pérdida del teléfono inteligente.

Los atascos son cultura pop

El Festival de Woodstock de 1969 es una leyenda por su legendario atasco: la llegada de los aproximadamente 500,000 visitantes a la pequeña ciudad de Bethel en el estado estadounidense de Nueva York causó tal atasco que duró tres días. Las cifras varían entre 35 y 100 kilómetros. Por eso, Joni Mitchell, quien escribió el himno del festival "Woodstock" e iba a asistir, hizo caso a su manager y vio el festival en la televisión.

Soluciones a la vista

Grandes ciudades como Londres, Estocolmo o Singapur regulan la inundación de automóviles con un sistema de peaje. En algunas ciudades chinas, las nuevas matriculaciones de automóviles sólo se consiguen vía sorteo para limitar así la cantidad de automóviles. La capital de Estonia, Tallin, ofrece a sus ciudadanos transporte público gratuito sin costo alguno. Los sistemas de alquiler de bicicletas se están exténdiendo en todo el mundo. En el Índice Global de Ciudades pro bicicletas 2019, Hangzhou ocupa el primer lugar en las grandes ciudades. La ciudad china, a unos 200 kilómetros al sur de Shanghai, ha implementado un sistema de alquiler de bicicletas con 3.500 estaciones y alrededor de 80.000 ruedas.

Y gracias a las apps, nos será más fácil dar con otras personas que tengan similares necesidades de movilidad y empezar a compartir coche: ¡un automóvil, cuatro pasajeros!