Flor de iris
naturaleza

Iris

El Iris ayuda a mantener el equilibrio hidrolipídico en pieles mixtas. Para que el rostro vuelva a estar suave y de color rosa.

El Iris, también conocido como Lirio y de la familia de las Iridáceas, tiene una larga historia, no sólo como planta ornamental, también como planta medicinal. Una bella y poderosa planta, digna de merecedores honores – adorna el famoso escudo de armas de la casa real francesa de Bourbon.

¿Cuál es su secreto? El secreto del Iris es su gran capacidad de adaptarse al entorno:

Crece en cualquier lugar, entre las rocas, junto a los caminos, las paredes de las casas e incluso los escombros. Crece en condiciones atmosféricas húmedas, siendo capaz de florecer, de igual modo, en condiciones más secas. No le afectan ni la sequedad extrema, ni el clima muy húmedo ya que es capaz de almacenar grandes cantidades de agua en su rizoma bajo tierra, siendo autosuficiente e independiente para su proceso de crecimiento. 

 

Pétalo de iris

Igual que la piel joven

Una mujer que entra en la veintena pasa por un periodo de grandes cambios, de importantes decisiones y de ganas de forjar su propio camino de manera independiente, sin la protección familiar. Estos momentos de grandes cambios se reflejan también en nuestra piel, sobre todo durante los años de grandes experimentos entre los 21 y 28. La piel, expuesta a situaciones extremas, tiende a volverse sensible, más seca y sucia y con tendencia a la inflamación. 

No es de extrañar que el Iris, de calidad biodinámica y procedente de la Toscana, haya sido el elegido para protagonizar nuestra línea de cuidados faciales más jóvenes, cuando el objetivo principal radica en mantener el equilibrio hidrolipídico y la hidratación de forma natural. Para que el rostro joven vuelva a lucir un aspecto joven - sano, suave y de color rosa. 

 

Una maestra del equilibrio

Aquí es donde encontramos paralelos con el iris: los humanos tienen una capacidad superior para equilibrar las funciones regenerativas y degenerativas en cada órgano. Del mismo modo, gracias a las importantes fuerzas creadoras de humedad y moldeadoras del iris, es un verdadero maestro en el equilibrio de los extremos.

La belleza, la luminosidad y la longevidad del iris dependen de su extraordinaria capacidad de equilibrio, agregando o reteniendo la humedad según sea necesario. En combinación con el aceite de jojoba y el hamamelis calmante, regula la piel de manera saludable, por lo que el contenido de humedad puede equilibrarse y la piel joven recupera su apariencia naturalmente hermosa.