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La tripita del bebé: Motivos de malestar

¿Cómo se manifiestan el dolor de tripa y los gases?

Conversamos con Christina Hinderlich,

directora del departamento de matronas de Weleda

Si el bebé llora y no eres capaz de saber por qué, la situación se vuelve estresante. Pero en el organismo de esta pequeña criatura ocurren muchas cosas que no captamos de inmediato: todavía se está acostumbrando a la vida fuera del cuerpo de mamá y su flora intestinal también tiene que afrontar muchos retos. Así que es muy probable que el bebé esté inquieto.

 

Querida Christina, ¿en qué consisten las dificultades de adaptación?

Las dificultades de adaptación se derivan del hecho de que el niño aún tiene que incorporarse del todo a su nuevo entorno vital. Ahora bien, no me parece apropiado hablar de “dificultades” en este contexto porque toda pequeña personita tiene que acostumbrarse primero al mundo fuera del cuerpo de la madre. Y eso es algo completamente normal. No obstante, cada niño reacciona ante su nuevo entorno de forma muy personal, unos se amoldan con toda calma mientras que otros muestran de cuando en cuando su disgusto haciendo mucho ruido.

¿Cómo se puede ayudar al recién nacido en su “llegada” al nuevo mundo?

Para hacer que esa adaptación al “nuevo mundo” sea lo más agradable posible merece la pena echar la vista atrás: el bebé está rodeado del cálido líquido amniótico, es transportado y mecido por su madre. Todos los sonidos le llegan amortiguados. El contacto físico con el exterior, que va percibiendo sobre todo por la creciente falta de espacio en el cuerpo materno durante las últimas semanas antes del parto, le produce únicamente una suave sensación debido al efecto amortiguador del líquido amniótico y a la protección de la pared abdominal. Su piel, protegida por el vérnix caseoso, nunca entra en contacto directo con nada. No siente hambre ni frío, no percibe ningún olor y experimenta el cuerpo materno como una agradable estrechez. Siempre que se mueve tropieza con un límite. Luego, cuando el niño nace, experimenta una vastedad infinita, siente frío y escucha sonidos fuertes, conoce la sensación de hambre y comprueba que el mundo también huele.

Su intestino empieza a trabajar, las personas lo cogen y le ponen ropa. Esto es algo completamente natural para nosotros los adultos pero para el niño todo es nuevo y aún debe acostumbrarse. Y eso puede durar muchas semanas o incluso meses. Para ayudar al bebé en su llegada al mundo los padres pueden hacer que ciertas cosas sigan siendo igual que dentro del cuerpo de la madre: pueden proporcionarle calidez, mucha cercanía en contacto con pocas personas que le resulten familiares y una agradable estrechez que se consigue, por ejemplo, envolviendo completamente al niño en un paño levemente ceñido y aplicando productos de cuidado corporal que protejan suavemente su sensible piel.

bebe y mama abrazo

¿Cómo se manifiestan el dolor de tripa y los gases?

Son muy pocos los niños que tienen gases pero muchos los que expulsan ventosidades. Es algo completamente normal. Y también que al emitir esas ventosidades la tripa a veces se endurezca y el pequeño se muestre más inquieto o llore durante unos instantes. Los “verdaderos gases” se detectan porque la tripa está hinchada y dura, el bebé no expulsa ventosidades, tampoco se escuchan ruidos intestinales y es frecuente que las heces huelan peor de lo habitual.

El hecho de que los bebés se tranquilicen cuando se les masajea la tripa respalda la creencia de que tienen gases o sufren cólicos. Pero esto se entiende mejor si tenemos en cuenta  que todos los niños hasta la edad escolar localizan sus malestares en la zona del estómago. Los niños más mayores suelen quejarse de que les duele la tripa cuando no se sienten bien, cuando se han peleado con sus hermanos o con sus padres o cuando se ponen enfermos. Y lo mismo le ocurre al bebé. No se encuentra bien, los padres masajean su tripita, lo sostienen tumbado boca abajo sobre el brazo y se tranquiliza y parece satisfecho. Los masajes siguiendo el curso de los intestinos también ayudan a los niños que tienen “auténticos gases”. No es raro que los gases se deban a que el intestino no está suficientemente colonizado por bacterias “buenas”. Una vez que se restablece el equilibrio intestinal los gases disminuyen y en el mejor de los casos desaparecen por completo.

"El bebé todavía tiene que acostumbrarse a la vida fuera del cuerpo de mamá. La digestión también tiene que terminar de ponerse en marcha. Cuando el pequeño llora o no se siente bien, un suave masaje en la barriguita puede conseguir que se relaje."

¿Por qué sirve de ayuda dar un masaje al bebé en la tripa?

El Aceite para la Tripita del Bebé ha sido formulado expresamente para dar relajantes masajes en la barriguita. Los aceites esenciales de cardamomo y mejorana refuerzan el efecto relajante del masaje. El aroma de la manzanilla romana tranquiliza. Un suave masaje con el Aceite para la Tripita del Bebé puede incluso respaldar la digestión y evitar que surjan desagradables ventosidades. El cambio del pañal es un buen momento para masajear al bebé, hazlo con suavidad y atención. Consejo: el masaje en la tripita no tiene que ser largo, también puedes masajear únicamente la zona que rodea el ombligo. Desliza la mano suavemente en el sentido de las agujas del reloj y haz que el movimiento termine hacia el muslo izquierdo.

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Alivia cólicos, gases o estreñimiento
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