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¿Qué le pasa a mi pecho?

Semana 21 de embarazo

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Durante el embarazo el cuerpo de la mujer experimenta una gran transformación. Tu pecho aumenta de tamaño y puede estar tenso. Pero ¿qué es lo que ocurre exactamente y qué consecuencias tiene para ti?

Evolución del pecho durante el embarazo

Tu pecho ya ha aumentado de tamaño durante las primeras semanas de la gestación como consecuencia del desarrollo de las estructuras de las glándulas mamarias. Aproximadamente a la mitad de la gestación ese proceso ha concluido en su mayor parte. Durante el embarazo el elevado nivel de estrógenos impide la producción de leche pero tras el parto ese freno desaparece y el pecho comienza a segregar leche. La naturaleza se ocupa perfectamente de todo. No obstante, algunas mujeres pueden extraer algo de calostro al presionar el pecho antes del parto, quizá incluso a partir de este momento del embarazo. Pero eso no afecta a la lactancia posterior.

Leche materna – Tu cuerpo se encarga de todo

La naturaleza ha dispuesto todo a la perfección para que el bebé reciba todo lo que necesita a través de la leche materna. El calostro es una leche espesa, amarilla y muy fácil de digerir. Es rica en proteínas y minerales, tiene poca grasa y más vitaminas liposolubles que la denominada “leche materna madura” que empieza a producir el pecho aproximadamente cinco semanas después del parto. Además, contiene muchos anticuerpos de la madre que contribuyen a proteger al bebé de las infecciones. A la hora de nutrir a tu hijo tu cuerpo piensa en todo lo que le hace falta y por tanto la cantidad de leche también se adapta a sus necesidades.

 

Dar el pecho con tranquilidad

La lactancia se fundamenta en un equilibrio muy sensible. Un parto agotador, un estado de ánimo algo inestable, otras personas que te confunden con sus opiniones... todo eso puede repercutir en la lactancia. En los últimos años a veces ha existido una falta de sensibilidad frente a la lactancia y lo que ésta requiere: tranquilidad para la joven familia. Sobre todo durante las primeras semanas. Tómate el tiempo que necesites y la tranquilidad que te corresponde.

Leche materna o biberón

La decisión de dar el pecho es algo enteramente personal. Lo bueno de la lactancia es el intenso contacto físico que fortalece el vínculo con el bebé. Ningún producto industrial puede reemplazar eso. Por supuesto, la leche materna tiene todo lo que necesita tu hijo y la acción de mamar fortalece la musculatura de la mandíbula. Pero hay muchos niños que crecen alimentados con biberón. Si decides no darle el pecho o las cosas no salen como esperabas después del parto, existen productos adaptados para nutrir al bebé. El contacto intenso piel con piel, una tetina adecuada y cambiar periódicamente el lado por el que se alimenta al niño compensan la situación.

¿Sientes el pecho tenso?

¿Tu pecho está tenso? ¿De vez en cuando tienes la sensación de que te duele? Es algo completamente normal. Se está preparando de forma intensiva para alimentar al bebé.

Un delicado masaje ayuda a disminuir esa desagradable tensión. Y eso supone un gran alivio, también ahora durante el embarazo.