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¿Felicidad o sobrecarga?

Semana 39 de embarazo

Como todo en la vida, ser padres también tiene dos caras. Por un lado está ese increíble sentimiento de dicha y de amor arrollador, pero también tendrás que acostumbrarte a tu nueva vida con tu bebé.

Todo es nuevo y apasionante

Cuando tengas a tu bebé en tus brazos tras el parto todo será nuevo. Disfruta esos momentos especiales en los que os conoceréis mutuamente y descubrirás los primeros rasgos del carácter de tu nuevo y muy presente hijo. Todavía pasarás mucho tiempo en la cama (¡ojalá sea así!) y probablemente durante las primeras semanas no estarás sola, tu pareja tendrá permiso en el trabajo y tus padres, tus suegros o tus amigos estarán a tu lado para brindarte su apoyo. Durante esa fase seguro que muchas veces tienes la sensación de que cada día que pasa pone tu vida patas arriba y hay que reorganizar todo de nuevo, pero llega un momento en que se instaura la rutina cotidiana, (probablemente mucho antes de lo que imaginas).

Acostumbrarse el uno al otro

Al cabo de seis u ocho semanas probablemente hayas vuelto a recuperar una cierta normalidad y el puerperio toque a su fin. Ya conoces algo mejor el ritmo de tu bebé e incluso habrá unas primeras regularidades. Notarás que unas veces todo funciona bien y otras todo resulta más trabajoso. En los próximos meses habrá tardes en las que te des cuenta de que no has tenido tiempo para desayunar o ducharte, es normal, simplemente no has podido hacerlo debido al trajín que supone tu nueva vida con el bebé.

¿Ser madre y trabajar?

Si tienes previsto volver a trabajar en cuanto termine la baja de maternidad seguro que ya has organizado el cuidado del bebé. Es bueno no tener demasiadas expectativas respecto a los primeros momentos de vuelta a la vida profesional. Es importante que tengas la certeza de que tu bebé está bien atendido para que puedas estar totalmente presente en el trabajo, ya que además, querrás pasar todo el tiempo posible con tu hijo cuando no estés trabajando. Vas a necesitar mucha energía para trabajar, poder separarte del bebé y seguir viviendo con normalidad, cuídate para que puedas encontrar el equilibrio y recargar energía ante los retos del día a día.

Equilibrio en el día a día

Si has optado por hacer una pausa en tu vida laboral puedes tomarte todo con mucha más calma. Aún así siempre necesitarás momentos que sirvan de contrapeso al día a día con el bebé en los que poder encontrar y utilizar en tu propio provecho fuentes de energía enteramente individuales. La vida con uno o más hijos puede ser muy satisfactoria pero también resulta agotadora. La felicidad pura no es constante en el día a día, aunque por supuesto hay muchos momentos de felicidad.

Puede que de cuando en cuando te sorprendas echando de menos a alguien, un interlocutor con el que poder intercambiar impresiones de tú a tú, o quizá necesites un reto intelectual. Un par de horas por la noche cuando tu pareja vuelve a casa no siempre son suficientes ni suponen un momento de pura armonía, búscate pequeños retos. Quizá algo que siempre quisiste hacer pero para lo que nunca habías tenido tiempo en tu rutina diaria.

Sobrecarga

A veces, durante las primeras semanas y meses con el bebé puedes sentirse desbordada. Trata de escucharte bien a ti misma y de ser consciente de cómo te sientes. No tengas reparo en hablar con tu pareja para buscar juntos una solución y formas de aligerar esa sobrecarga, quizá afrontas la vida con tu bebé con demasiadas exigencias o expectativas. No es raro que ocurra, sobre todo si es tu primer hijo, nadie puede decir qué se siente cuando se es madre hasta que no lo vives primera persona. Puede servirte de ayuda replantearte tus expectativas y las de tu pareja una vez que el bebé ha nacido. De forma práctica es muy útil recibir ayuda durante las primeras semanas, ya sea para el cuidado del recién nacido o para las tareas del hogar.

Ayuda ante los sentimientos negativos

No siempre basta con recibir apoyo, entre el 10 y el 20% de las madres europeas padecen depresión post-parto durante los dos años posteriores al nacimiento del bebé. Pueden sentirse sobrepasadas por las exigencias que tienen que afrontar, perder la alegría o incluso desarrollar estados de ansiedad o trastornos obsesivo-compulsivos. Existen asociaciones que apoyan a las mamás mediante grupos de autoayuda para situaciones de crisis vinculadas con el parto.. No todas las mujeres experimentan inmediatamente una enorme alegría cuando tienen por fin a su hijo en sus brazos; cambios de humor, agotamiento, tristeza, intranquilidad e insomnio son situaciones que viven muchas madres y de las que incluso se avergüenzan. Lo normal es que, en lugar de hablar abiertamente de ello, no se lo cuenten a nadie y se retraigan cada vez más. Ten siempre en cuenta que no estás sola con esos sentimientos, cuéntaselos a alguien con total confianza y recibirás el apoyo que necesitas.