La dermatitis atópica puede tener diversas causas. Se sospecha que los factores genéticos pueden desempeñar un papel, pero el estilo de vida y las influencias ambientales también parecen afectar el desarrollo y la gravedad de la condición. Las causas y desencadenantes típicos incluyen:
• Factores ambientales
Tanto las condiciones climáticas, como el frío en invierno o las fluctuaciones de temperatura, como los alérgenos, como el polen, pueden desencadenar un brote de dermatitis atópica. Los contaminantes ambientales, como el humo, ciertos ingredientes en los cosméticos o la ropa que irrita la piel, también pueden ser desencadenantes.
• Predisposición hereditaria
Los niños con uno o ambos padres que padecen dermatitis atópica tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar dermatitis atópica ellos mismos.
• Sistema inmunológico
En individuos con dermatitis atópica, se pueden detectar defectos en la actividad de las células inmunitarias. A menudo, las células de defensa están hiperactivas, lo que lleva a la liberación de histamina y reacciones inflamatorias.
• Alergias
Las alergias, como las que se tienen a ciertos alimentos, son desencadenantes comunes de los brotes de dermatitis atópica. Qué alimentos están involucrados en casos individuales y qué se debe evitar con la dermatitis atópica debe determinarse mediante un examen médico.
• Estrés
Aunque la dermatitis atópica no es causada por el estrés, este es un factor desencadenante que puede provocar un brote de dermatitis atópica. Las hormonas del estrés, como el cortisol, pueden aumentar los procesos que debilitan la barrera cutánea, promoviendo la inflamación y la picazón.