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Preparar a los hermanos para la llegada del bebé

Semana 35 de embarazo

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Cuando una familia recibe a un nuevo miembro de repente nada es como antes. La atención se reparte y se dedica más a menudo al recién llegado. Todo el mundo viene a ver al bebé. ¿Cómo implicar a los hermanos en este proceso durante el embarazo?

Pronto habrá una hermana o un hermano nuevo

A medida que tu tripa se redondea puedes preparar a los niños para la llegada de un nuevo miembro a la familia. Ese nuevo hermanito representa un gran cambio, sobre todo si sólo tienes otro hijo, aunque si tienes varios la llegada del bebé también modifica la constelación familiar. Puede que a sus hermanos mayores no les resulte tan fácil adaptarse a la nueva situación; de repente hay un niño más pequeño en casa, tienen que compartir la atención con él y puede que el mayor de los hermanos también tenga que empezar a hacer algunas cosas por sí mismo.

Vivir juntos el embarazo

A medida que tu tripa crece y los movimientos del bebé se pueden palpar claramente desde fuera sus hermanos pueden entrar en contacto con él. Pueden saludar la tripa cada mañana, cantarle canciones o contarle historias. Si el bebé se muestra activo haz partícipes de ello a sus hermanos, podéis imaginar juntos si está alborotado o si lo que ocurre es que cada vez tiene menos espacio. Pintar tu tripa con pinturas para teatro también puede ser una bonita diversión para toda la familia. Es preferible que procures satisfacer las necesidades de los mayores durante las últimas semanas de embarazo. Hacerles mimos, leerles un cuento, darles un masaje... todo eso refuerza los vínculos y hace que los niños se sientan seguros de que nada va a cambiar el amor de mamá y papá.

Implicar y preparar

Implicar a los hermanos, sea cual sea su edad, en la preparación del nido supone una alegría compartida para toda la familia; pueden ayudar a montar la cuna o a lavar y doblar la ropa del bebé. Mientras hacéis estas tareas puedes contarles todo lo que hiciste durante el embarazo de aquellos bebés que ahora se han convertido en unos niños tan grandes, quizá tengas fotos de esos momentos que podéis ver juntos.

Los libros infantiles ofrecen otra posibilidad para preparar a los hermanos: léeles en voz alta libros de dibujos e historias en los que aparezcan hermanos. También sirve de ayuda visitar a otras familias que tengan varios hijos, así el niño se da cuenta de que tener una hermana o un hermano es algo completamente normal. Si los “grandes” todavía duermen en la cama contigo déjales que sigan disfrutando de ese espacio ya que probablemente tendrás que recuperarlo cuando llegue el bebé. Puedes considerar la posibilidad de instalar una cama familiar en casa que te facilitará mucho las cosas.

El hermanito ya está aquí

Cuando el bebé llegue al mundo el primer contacto entre él y sus hermanos mayores es muy importante. ¿Has dado a luz en el hospital y has pasado algunos días fuera de casa? Entonces, cuando vuelvas al hogar es mejor que atiendas primero las necesidades de los mayores. Pregúntales qué han hecho durante ese tiempo, admira las nuevas obras de arte que hayan pintado, elogia lo bien que han recogido su habitación 

expresamente para tu llegada o el pastel que han cocinado con ayuda de papá o de la abuela. Te servirá de ayuda pensar qué es lo que te gustaría que ocurriera si tu pareja vuelve de un largo viaje ya que tus hijos querrán algo parecido. Para los niños un solo día sin mamá ya es mucho tiempo.

Dales tiempo a tus hijos para que se acostumbren a su nuevo hermanito. Si muestran curiosidad intégralos en la vida cotidiana del bebé. Un recién nacido no siempre es algo interesante para un niño y también es normal que tus hijos mayores no muestren demasiado interés. Si das el pecho es posible que en algún momento los mayores también quieran, si te parece bien puedes dejarles que lo intenten de nuevo. A los niños que dejaron de mamar hace mucho tiempo les basta con “probar” una o dos veces, de lo contrario puedes dar el pecho en tándem. Tu pecho regulará la situación por sí solo.

El interés de los niños por los bebés tiene mucho que ver con el tacto, deja que los mayores decidan por sí mismos si quieren tocar, acariciar o besar. No les obligues a nada y no tengas miedo de que pueda pasarle algo al pequeño. Las manos y los besos infantiles, aún en el caso de niños que aún no tienen mucha sutileza motora, están llenos de cuidado y amor.

Celos

Diana Schwarz, autora del libro alemán Sencillamente padres describe los sentimientos que pueden tener los hermanos mayores: “Imagina que tu pareja pasa unos días fuera de casa y después vuelve con otra mujer que se instala en vuestro hogar, se mete en vuestra cama y con la que pasa el día entero haciéndole mimitos...”  Durante las primeras semanas o meses algunos niños tienen reacciones contra los padres o contra el bebé y eso se debe a que aún no pueden entender racionalmente qué representa ese hermano en su vida. A menudo tampoco son capaces de comunicar verbalmente su desdicha o su tristeza. Trata de manejar con cuidado esta situación y de encontrar vías para conseguir que los celos no empañen el día a día. No siempre resulta fácil, sobre todo porque como padres os sentís desgarrados y condicionados desde distintos frentes. Por ejemplo, puedes pedir a las visitas que quieran regalar algo al bebé que traigan también un detallito para sus hermanos y que no presten atención exclusivamente al recién llegado. Nunca dejes de brindar dedicación a los hermanos mayores. Confía en que vas a encontrar buenas soluciones a la medida de tus necesidades y las de tu familia.

 

Tip: 

“Si ya tenéis hijos puede ser que cuando vuestro bebé llegue al mundo viváis como padres momentos de tristeza. Sobre todo, justo después del nacimiento del segundo hijo. No es raro que os sintáis mal por tener que repartir la atención entre vuestros hijos. ¡No os preocupéis! Lo estáis haciendo todo bien. Las personas crecen a medida que van afrontando las tareas que les plantea la vida. A partir de ahora vuestro hijo será de repente más autónomo y aprenderá cosas que no sabía hacer antes del nacimiento del bebé. Con la llegada de su hermanito vuestro hijo mayor también gana más espacio propio”.

Charo Martín,
Matrona de WELEDA y madre de tres hijos

“La llegada de un nuevo miembro a la familia supone una situación completamente nueva para todos. De repente los hermanos mayores tienen que compartir la atención de sus padres con el recién llegado. Implícalos en el proceso del embarazo y en todos los preparativos que lleves a cabo”.