La fecha de parto en tiempos de nuestras abuelas

Cada día que pasa la fecha de parto se aproxima un poco más. Quizá te ocurra como a muchas mujeres que pasan el ansiado día sin el menor indicio de contracciones. Pero seguro que tu bebé sí sabe cuándo quiere venir al mundo.

Desde hace más de 20 años se emplea la ecografía para calcular la fecha de parto. Pero antes, desde 1800, la fecha de parto se calculaba con la “regla de Naegele” según la cual primero hay que añadir siete días al primer día de la última regla, después hay que restar tres meses y finalmente añadir 1 año, partiendo de un ciclo menstrual de 28 días. Si el ciclo es más largo o más corto hay que añadir o restar los días correspondientes a los siete días sumados al principio. Los ordenadores de los ecógrafos actuales realizan el cálculo basándose en esta regla pero también tienen en cuenta las medidas registradas en la ecografía. Antes para hacer el cálculo se tenían en cuenta los primeros movimientos del bebé, se palpaba la altura del útero y se medía el perímetro de la tripa, más tarde a esto se sumó la distancia entre el hueso del pubis y el extremo superior del útero. Hoy en día las matronas todavía confían en esos datos.

Si llega la anhelada fecha de parto pero estás cómodamente sentada en el sofá y por la noche vas de un lado a otro por la casa, embarazadísima pero sin contracciones, no te preocupes. Todo está en orden, la probabilidad de que los bebés vengan al mundo en la fecha prevista es sólo de un 4 %, da igual que se haya hecho el cálculo con tecnología o sin ella, en realidad esa fecha tiene únicamente un valor orientativo. El bebé ya avisará cuando llegue el momento y entonces tú también estarás preparada como madre para dar a luz. Pero es imposible calcular el día exacto en que el pequeño querrá venir al mundo. Es siempre el resultado de la interacción entre tu hijo, tú y tu cuerpo, que es el que debe producir las hormonas y los mensajeros químicos necesarios para el parto. Sólo debes tener un poco más de paciencia Puedes disfrutar de estos días finales, son muy especiales y pasará tiempo hasta que puedas vivirlos de nuevo.